lunes, 17 de septiembre de 2012

NO EXISTE EL ANTICONCEPTIVO IDEAL. INDIVIDUALIZAR ES LA BASE DEL EXITO

Un estudio publicado recientemente en el British Medical Journal volvió a abrir el debate: los dispositivos anticonceptivos hormonales, como el parche y el anillo vaginal, causan más trombos que las píldoras. El estudio de la Universidad de Copenhague, que siguió durante una década a 1,6 millones de mujeres de 15 a 49 años, concluye que las que usan anticonceptivos orales con el principio activo levonorgestrel tienen tres veces más riesgo de sufrir trombosis venosas que las que no usan métodos hormonales. Y este riesgo es hasta 7,9 y 6,5 veces superior en las mujeres que emplean parches transdérmicos o anillos vaginales.
La evidencia de que los métodos hormonales presentan algún riesgo más que los que no llevan hormonas y que, entre los hormonales, hay algunos que tienen más riesgos que otros está ya contrastada por decenas de estudios. La cuestión es, ¿son esos riesgos lo suficientemente altos como para cuestionarse el uso de estos métodos en mujeres sanas? Los expertos consultados creen que no, aunque con matices.
Cuando todos tienen muy pocos riesgos, el que menos tiene no es casi de importancia. Aunque se busca sobre todo eficacia, la comodidad y la ausencia de efectos secundarios también son capitales. La anticoncepción hormonal tiene muchas más ventajas que inconvenientes. Es mucho mayor el bien que le hace a la mujer que el daño potencial. Pero en general, los riesgos de emplear estos métodos son menores que los de no emplearlos. El trauma psicológico de un aborto, de una interrupción voluntaria de embarazo, supera a los posibles efectos secundarios de los métodos hormonales. Los problemas derivados de los métodos con hormonas crecen cuando la mujer presenta alguna patología como diabetes, obesidad o es fumadora. En estos casos, conviene evitar estos anticonceptivos. 
Hace años que se sabe que los preparados hormonales combinados (los que llevan dos hormonas: píldoras, anillos o parches) pueden dar algún problema, el más relevante la trombosis venosa, en determinados casos partiendo de que todos los métodos son, en general, seguros. Pero los que llevan gestágenos de segunda generación, los más antiguos, que han demostrado tener menos riesgos para la salud (causan menos trombosis venosas) que la combinación de hormonas que llevan las píldoras más modernas. Sin embargo, en España se han impuesto estas últimas. Los métodos más usados en España no son siempre ni los más eficaces ni los más seguros para la salud. Si lo que se busca es eficacia, los estudios constatan que ganan los hormonales y los intrauterinos. Algo más abajo queda el preservativo que, por otra parte, tiene a su favor que es el único que previene de las enfermedades de transmisión sexual. 

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